Doñana

RESERVA DE LA BIOSFERA

Espacio Natural de Doñana

Espacio Natural de Doñana

 

Doñana es un ámbito de extraordinaria diversidad ecológica y paisajística, siendo uno de los espacios naturales protegidos más emblemático de Europa. Su naturaleza compone un mosaico de unidades ambientales muy diversas, donde dos elementos fundamentales, la arena y la arcilla  configuran un territorio heterogéneo de dunas fósiles y móviles, bosque y matorral mediterráneo, densos pinares, playas abiertas a la acción del Atlántico, zonas ecotonales como la Vera, y sobre todo, la marisma, una de las zonas húmedas más valiosas e importantes de Europa Occidental.  Doñana es un territorio de confluencias, un lugar marcado por infinidad de contactos e interrelaciones. Su condición costera y atlántica y su proximidad al continente africano, determina una serie de características biológicas con influencias que se extienden desde los países nórdicos hasta el sur de África. Del mismo modo, una serie de factores y condiciones biogeográficas lo ha convertido en hábitat de una fauna tan rica como diversa.

 

El agua es el elemento esencial para comprender la singularidad de Doñana. Se distinguen dos sistemas diferenciados, aunque interconectados, representados por el de aguas subterráneas (el denominado acuífero 27) y por el de aguas superficiales (los principales cursos de aguas del área son el Río Guadalquivir, el Río Guadiamar, el Arroyo de la Rocina y del Partido).

 

Lo más destacable en el paisaje de Doñana es la casi total ausencia de relieves acusados, dominando claramente la prevalencia de la horizontalidad. En lo que fue Bosque o Coto de Doñana, se asientan los “Cotos”, antiguas dunas que han sido colonizadas por el matorral de tipo mediterráneo. El paisaje, aparentemente continuo y monótono, se ve interrumpido por grandes manchas de pinar o por espectaculares ejemplares de alcornoques o acebuches.

 

En los cotos habita un gran número de mamíferos como el ciervo, el jabalí, el conejo, el meloncillo, la gineta o el gato montés, sin olvidar al lince ibérico, el felino más amenazado del planeta y que mantiene en Doñana una de las poblaciones más importantes de la Península Ibérica. Entre las aves, destaca otra de las especies más amenazadas del mundo, el águila imperial.

 

Paisajes realmente espectaculares son los que conforman las dunas móviles y estabilizadas. Las dunas móviles se forman en la playa, donde el viento de componente SO (denominado localmente “foreño”) empuja las arenas desde la costa hacia el interior, formando montañas de arena que irán creciendo y progresando hasta encontrarse con la marisma. Entre dos dunas aparecen unas depresiones cubiertas de pinos y matorral que se denominan “corrales”. El sistema de dunas fijas y acantilados del Asperillo sobresale por ser una manifestación reveladora para comprender la formación y evolución del territorio, al margen de la presencia de reductos de formaciones vegetales de gran interés como enebrales y sabinares.

 

La “Vera” es un ecotono o línea de encuentro de paisajes de Doñana. Se trata de una franja de terreno donde aflora la humedad filtrada del subsuelo y que da lugar a la presencia de junqueras y pastizales que dan cobijo y alimento a mamíferos y aves. En la Vera sobreviven antiguos alcornoques de impresionante porte que sostienen colonias de garzas, espátulas, garcillas y martinetes, conocidas como las Pajareras de Doñana.

 

Los pinares conforman amplias masas forestales  que destacan por su función de franja de preservación de impactos, protección de los recursos naturales y por ser áreas de expansión de la fauna de Doñana.

 

También resulta destacable determinadas zonas húmedas como los complejos de lagunas del Abalario u otras que, como la laguna del Tarelo, son áreas de cría para especies en peligro de extinción como la malvasía.

 

Pero el paisaje más destacable es sin duda la marisma. Se trata de un espacio singular caracterizado por su impresionante horizontalidad y por una estacionalidad extrema. La marisma de Doñana es una de las principales zonas húmedas de Europa, tanto por su extensión como por su situación estratégica, lo que le hace ser lugar de tránsito, cría e invernada para un gran número de especies de aves africanas y europeas.

 

Una gestión unitaria. En 1999, el Parlamento de Andalucía aprobó la ley 8, de 27 de octubre, del Espacio Natural de Doñana, por la que se englobaba en una figura de protección ambiental la gestión unitaria del Parque Nacional y del Parque Natural de Doñana. La Ley fue recurrida por el Estado y su entrada en vigor fue suspendida por el Tribunal Constitucional hasta la emisión de la sentencia 331/2005, de 15 de diciembre, en la que dicho tribunal declaró la constitucionalidad de la misma.

 

El Parque Nacional de Doñana se extiende sobre una superficie de 54.252 ha en los términos municipales de Almonte e Hinojos, en la provincia de Huelva, y de Aznalcázar y La Puebla del Río, en la provincia de Sevilla. En su territorio incluye un mosaico de ecosistemas de gran valor ecológico; marismas, dunas móviles, cotos o arenas estabilizadas, pinares, playas y un espacio ecotonal o de transición entre las arenas y la arcilla denominado “La Vera”. La relevancia internacional del Parque Nacional de Doñana, uno de los Parques Nacionales más importantes de Europa, se constata por importantes reconocimientos internacionales y por su pertenecía a redes supranacionales de extraordinario prestigio. Así, en 1981, el Parque Nacional de Doñana fue declarado Reserva de la Biosfera del Programa de la Unesco “Hombre y Biosfera”. En 1982, queda incluido en la lista de zonas húmedas de importancia internacional como hábitat de aves acuáticas del Convenio de Ramsar. En 1985, recibe el Diploma del Consejo de Europa a la Gestión y Conservación, que ha ido renovando cada cuatro años hasta la actualidad. En 1988, fue declarado Zona de Especial Importancia para las Aves (ZEPA). En 1994, coincidiendo con el XXV aniversario de su creación, la UNESCO lo inscribió en la lista de lugares considerados Patrimonio de la Humanidad. Al margen, su territorio está incluido en la propuesta de la Comunidad Autónoma de Andalucía de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), conforme a la directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992, para formar parte de la Red Natura 2000.

 

El Parque Natural de Doñana presenta una superficie de 68.236,40 ha, en cuatro sectores discontinuos geográficamente en torno al Parque Nacional. Se trata de un espacio natural protegido peculiar, que engloba territorios de tres provincias distintas (Huelva, Sevilla y Cádiz), separados o distribuidos en diversos sectores con características ecológicas y humanas muy diferenciadas. La importancia del Parque Natural de Doñana viene determinada no sólo por su papel de espacio protector del Parque Nacional, sino por sus propios recursos naturales que han sido fruto de la confluencia e interrelación de múltiples factores (climáticos, geológicos, biológicos, históricos, culturales...) que han modelado un territorio dinámico y de extraordinarias características, con ecosistemas que albergan una gran biodiversidad: pinares, dunas fósiles, marismas, bosque mediterráneo y dehesas, lagunas. Al igual que el Parque Nacional, parte de su territorio fue designado en 1980 por la UNESCO como Reserva de la Biosfera. En 2002 fue designado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) conforme a la Directiva 79/409/CEE, por ampliación de la ZEPA de Doñana, que hasta entonces sólo incluía al Parque Nacional. En 2005, el Parque Natural de Doñana queda inscrito en el convenio de Ramsar, como zona húmeda de importancia internacional. Se encuentra incluido en la propuesta de la Comunidad Autónoma de Andalucía de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) para formar parte de la Red Natura 2000.

 

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